miércoles, 15 de junio de 2011

ahamkara.. una forma poetica que nos brinda el ayurveda de ver nuestra salud


ahamkara.. una forma poetica que nos brinda el ayurveda de ver nuestra salud

Cada uno de nosotros conserva su diferenciación con respecto a otros seres vivos por tanto tiempo como la naturaleza le permite seguir con vida. La naturaleza nos deja que consideremos nuestro el espacio limitado por la piel y el aparato digestivo. Todo lo que hay fuera de la piel forma parte del entorno. Tú formas parte de mi entorno y yo formo parte del tuyo. La naturaleza es la suma de todos los individuos y sus entornos. 
Dentro del aparato digestivo tenemos material que en un principio formaba parte del entorno. Una vez, tuvo su propia existencia independiente, su propia individualidad; ahora está sometido a la prueba del metabolismo, tratando de pasar el examen de la digestión para entrar a formar parte de nosotros. Si el aparato gastrointestinal llegase a romperse, una parte de ese material se vertería en la cavidad corporal, y a consecuencia de la capacidad del cuerpo para reconocerlo como extraño, se produciría una tremenda reacción que, si se dejase prosperar, nos llevaría rápidamente a la muerte. 

Si la piel exterior dejase de cumplir su cometido, como ocurre después de quemaduras graves, entrarían en el sistema merodeadores extraños, lo que también puede llevarnos a la muerte. Debemos la continuidad de la existencia diaria a la admirable fortaleza de nuestras dos murallas, la piel exterior del cuerpo y la piel interior del tracto digestivo. 
Los agentes extraños son mal recibidos en un cuerpo sano. Un sistema desequilibrado fomenta la digestión incorrecta de la comida, lo que produce toxinas físicas y mentales llamadas en sanscrito AMA. AMA sirve de alimento a los parásitos (enfermedades) y los incita a prosperar en el organismo. La indigestión aparece por pautas inadecuadas de alimentación y de vida, exceso deliberado y obstinado de prácticas malsanas llamadas colectivamente prajnaparadba o “atentados contra el sentido común”. La indigestión impide que los nutrientes lleguen a los tejidos, debilitando las defensas inmunológicas del huésped. 
El aura es la primera línea defensiva contra los entes parasitarios. La segunda línea defensiva está formada por la piel y el intestino. Una tercera línea defensiva, el sistema inmunológico, aguarda para interceptar y destruir cualquier parasito que de algún modo logre atravesar las dos primeras defensas. 
El sistema inmunológico esta comunicado tanto con la piel como con el intestino, es un órgano sensorial, un “sexto sentido” para los intrusos. Consiste en una intrincada red de células T, células B, anticuerpos y linfocitos, un sistema de una complejidad fascinante controlado en su totalidad por un único jefe: ahamkara. 
Ahamkara se identifica continuamente con cada una de los trillones de células corporales. Mi ahamkara recuerda constantemente a cada una de mis células su identidad como subunidad de la gran y gloriosa entidad denominada YO. La ahamkara asegura que solo aquellas células que juren lealtad a su dirección suprema serán autorizadas a seguir con vida en el cuerpo. Cualquier extraño es descubierto y exterminado implacablemente y los rebeldes (mutantes o células cancerosas) despiadadamente ejecutados como advertencia para otras células que pudieran atreverse a desafiar la norma. 
Podemos seguir vivos, a salvo en nuestro castillo, mientras la ahamkara siga gobernando la guarnición. Si esta resultase dañada, los entes extraños podrían descubrir un punto débil en las defensas y fulminarnos. Cuando ella, como guardiana que obliga a nuestras células a trabajar sin descanso para nosotros, renuncia a su función, todos los inquilinos quedan libres para obrar a su antojo y entonces morimos. Lo es todo para nosotros. Por encima de todo, es nuestra madre. 
Ahamkara es femenina, porque es una parte de la Divina Madre, la diosa Naturaleza. Cuando te guía y te aconseja, lo hace teniendo en cuenta tu propio interés. Como sirvienta trabaja sin descanso para mantenerte vivo o viva 
El más importante de todos los aspectos es su relación con nosotros como madre. El principio de “yo soy” aglutina en si mismo todos los bloques de que estamos compuestos: los cinco grandes elementos que dan origen al cuerpo, los órganos sensoriales y la mente. La “formadora del yo” es la causa de nuestro nacimiento, por eso es nuestra madre. 
Las enfermedades aparecen cuando la ahamkara esta afligida y la inmunidad se debilita. Uno conserva la salud en la medida en que esté dispuesto a olvidar sus tensiones, no dejarse impresionar por la adversidad y adaptarse a nuevas situaciones. La resistencia al cambio siempre obstaculiza el funcionamiento de la inmunidad. Un viejo proverbio sanscrito nos dice “la esencia del amor maternal es el perdón”. Dañar a la madre ahamkara debilita nuestra indulgencia innata y nos predispone a la enfermedad. 
El tratamiento de la ahamkara es la medicina fundamental. Los sabios de la india saben desde hace mucho tiempo que la buena salud espiritual es requisito previo para la buena salud física y mental. La salud espiritual es un equilibrio dinámico entre una personalidad fuertemente integrada y la personalidad cósmica de la naturaleza, un equilibrio que solo es posible en la medida que cada sr recuerde su deuda con la madre naturaleza. 



“la naturaleza les dijo que 

Primero hay PURA EXISTENCIA 
Que desea manifestarse y se divide en 
CONCIENCIA Y VOLUNTAD 
Que más tarde se acoplan. El fruto es 
El INTELECTO 
Que es la capacidad de discernimiento 
El intelecto se transforma gradualmente en 
AHAMKARA que es la 
……. 




…… si no digerimos bien la comida, o si la digerimos bien pero no la asimilamos correctamente, nuestra ahamkara se sentirá exactamente igual que una novia cuyo novio deja plantada, engañada, utilizada, insultada y frustrada. ……… 
…….si el pretendiente de ahamkara (el alimento) se revela como un criminal (AMA), un ser que en realidad quiere perjudicarla, hay que sacarlo a patadas de la casa y la relación. Luego ahamkara tiene que recomponer su corazón destrozado y volver a su vida anterior (evitar ciertos alimentos y someterse a procedimientos terapéuticos) y esperar pacientemente a un nuevo pretendiente. Ninguna personalidad puede estar mental y emocionalmente sana hasta que el cuerpo físico no se libere de la indigestión.

robert svoboda

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