miércoles, 15 de junio de 2011

Los ayunos y la luna


El ayuno del trigo está destinado a hacer una limpieza del hígado, mejorando así el funcionamiento de dicho órgano y los relacionados con éste. Esta práctica pertenece a la antigua ciencia del Ayurveda practicada hasta hoy por los adeptos del yoga y por los pacientes de los médicos Vaidya (los médicos del Ayurveda).

Para realizar el ayuno necesitamos trigo (ecológico) acabado de recoger, ya que de un año para otro dicho cereal ya no nos es válido, agua mineral natural, de mineralización débil (que no sea del grifo ni con gas), preferentemente de una fuente natural, y, finalmente, perejil fresco.

Es muy aconsejable realizar el ayuno en el cambio de estación (del verano al otoño), que cae a finales del mes de septiembre, un día después de la luna llena Purnima. Es ahí cuando empezamos el primer ciclo, de quince días, que está destinado a la limpieza del cuerpo, y lo terminaremos en la luna nueva. Cocinamos el trigo (lo que quepa en la cavidad de las dos palmas de las manos, que es equivalente al tamaño natural del estómago) por la mañana y nos lo vamos comiendo a lo largo del día. Hay que aclarar que esta ración es para todo el día, por lo que es aconsejable dosificarla. A continuación, preparamos la bebida de perejil, hirviendo agua unos instantes y añadiendo las hojas del perejil, una vez el fuego está apagado, dejándolo reposar, primero destapado y después tapado. Por lo que se refiere a la bebida, no tenemos límite, ya que podemos ir tomando la cantidad que deseemos a lo largo del día.

Posteriormente, y durante el período de la luna nueva Amavasya hasta la luna llena, entramos en el segundo ciclo: el ayuno relacionado con el aspecto espiritual, la iluminación, cuya práctica es la misma, cambiando solamente el periodo de realización. Es aconsejable hacer los dos ciclos.

Asimismo, otra forma de aprovechar este tipo de ayuno es practicarlo durante un solo día coincidiendo ya sea con la luna nueva o con la luna llena, dependiendo de nuestra finalidad, y teniendo en cuenta realizar las prácticas de meditación. Vemos que es una forma más corta de realizar el ayuno, sin embargo, necesaria para los adeptos más avanzados del yoga, que incluso lo pueden hacer solamente tomando agua. La gente más sensible que practica yoga o bien tiene contacto con la Naturaleza, en los días de Ekadesi (onze días después de la luna llena o nueva) o en los días de Purnima o Amavasya no tienen la necesidad de comer, ya que están en un contacto permanente con EL Maestro interior.

Es importante que durante todo el período del ayuno respiremos profundamente, paseemos por la Naturaleza, absorbamos los rayos de la luz en cada inspiración y eliminemos la oscuridad de la mente, cuerpo y alma, como podrían ser los miedos, los bloqueos, fobias, etc.

El ayuno del trigo, tal y como lo hemos explicado, regenera nuestro hígado, mejorando la vista, ya que nuestros ojos están directamente relacionados con el hígado. Como el hígado es susceptible a nuestras emociones, es fácil que no esté en un óptimo funcionamiento después de experimentar sentimientos tales como la ira, el odio o la agresión, ya sea a nosotros mismos o a la gente de nuestro alrededor.

Para mantener el cuerpo sano, es aconsejable realizar un ayuno (de quince días) una vez al año; mejor si durante esos días tenemos fiesta del trabajo, ya que, entonces, nos será más fácil estar centrados en nosotros mismos, pudiendo observar nuestro pensamiento, eliminar la negatividad y las semillas del karma y transformar nuestros pensamientos en positivos.

Aquí en la Península Ibérica, tenemos muy buenos ejemplos de personas que siguen ayunos, como el gerente de Soria Natural, el señor Antonio Esteban, que realiza ayunos a base de agua durante cuarenta días, continuando su ritmo de trabajo habitual.

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